jueves, 10 de noviembre de 2011

Los valdenses

Los valdenses


Los valdenses surgieron en Lyon, Francia, a finales del siglo XII. Un hombre llamado Pedro Valdo, un predicador itinerante, fue el que difundió las nuevas doctrinas.

La conversión de Valdo se produjo tras la muerte repentina de un buen amigo mientras los dos conversaban. Valdo tuvo una crisis existencial y fue a consultar a un sacerdote. Éste le repitió las mismas palabras que Jesucristo al joven rico, al parecer Valdo era uno de los hombres más poderosos de la ciudad. El joven reaccionó inmediatamente y dividió sus posesiones en dos partes. Una de ellas fue destinada a los pobres, que estaban sufriendo una gran hambruna, la otra la entregó a dos religiosos, Valdo quería que le tradujeran el Nuevo Testamento del latín a la lengua romance.

Una vez traducida la Biblia, Valdo dedicó el resto de su vida a difundirla, para disgusto de la Inquisición, que desconfiaba de cualquier movimiento ajeno a la iglesia oficial.

 La predicación de Valdo y sus amigos tuvo tanto éxito, que al poco tiempo sus doctrinas se extendían por buena parte de Francia y Alemania.  El obispo Bellesmains les prohibió que predicasen, entonces Valdo apeló al papa y éste le contestó que obedeciera las órdenes del obispo de su diócesis y se abstuvieran de predicar.

Valdo respondió a la prohibición citando las palabras del apóstol Pedro en Hechos 5:29:  “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante ante que a los hombres”. 

Valdo y sus seguidores fueron excomulgados, tuvieron que salir de Francia y se establecieron en Polonia, cerca de la frontera con Rusia, donde el líder del grupo murió.

 En España, los valdenses lograron penetrar por los Pirineos y establecerse en Cataluña.  La iglesia los condenó en dos concilios y el poder civil apoyó la expulsión de valdenses de sus reinos.

En el 1194, el papa mandó un legado a la Península para combatir a los valdenses y se desató una persecución contra ellos.

En 1237, cuarenta y cinco valdenses fueron arrestados en Castellón y quince de ellos fueron quemados en la hoguera.

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