viernes, 18 de noviembre de 2011

¿Estuvo el apóstol Pablo en España?



La tradición apostólica nos habla, como de Santiago, de la llegada de Pablo de Tarso a España. El propio Apóstol Pablo expresa su deseo de viajar a Hispania en la Epístola a los Romanos, pero ¿llegó a cumplir ese propósito?




La tradición siempre ha defendido que el Apóstol Pablo desembarcó en Tarragona y que gracias a su predicación se convirtieron dos mujeres ilustres de la ciudad.

Una se llamaba Xantipa, mujer de prefecto Probo, y la otra fue su hermana Polixena. La fuente principal de esta información proviene de varias autoridades de la iglesia como: San Clemente, uno de los discípulos de Pablo, que afirma que el Apóstol predicó hasta el extremo occidental del Imperio Romano, pero a él se unen otros autores entre los que se encuentran San Hipólito, San Epifanio y San Juan Crisóstomo.

Recientemente se ha descubierto que el Apóstol pudo estar un año o algunos meses en Tarragona antes de regresar a Roma, en donde murió en las persecuciones de Nerón. Las palabras de San Fructuoso, que fue quemado en la hoguera hace 1.750 años y recogidas por un soldado romano, serían la prueba definitiva para reconocer el ministerio del Apóstol Pablo en España. El hecho es que en el año 67, ya existía una comunidad cristiana consolidada.

La tradición también nos habla de que el apóstol Pedro envió a siete varones que extendieron el mensaje por toda la Península. Estos varones habrían estado principalmente por el sur de la Hispania Romana.

Lo que si es cierto, es que los legionarios fueron los primeros portadores del mensaje cristiano en la Península, al fin y al cabo eran uno de los grupos con mayor movilidad en el imperio y resultaba verdaderamente sencillo que entre sus filas hubiera algún cristiano.

Por tanto la influencia cristiana vendría de África por medio de legiones romanas y se extendería fundamentalmente por la Vía de la Plata. Se han comparado la liturgia de los primeros cristianos hispanos y del norte de África encontrándose numerosas coincidencias.

Es curioso, que la condena de los obispos de Astorga y Mérida por San Cipriano, sea uno de los primeros documentos en los que se cita sedes apostólicas en Hispania. Una carta que condenaba a Basilides y Marcial por herejía. Esta primera referencia directa sería del siglo III, pero de estos dos personajes hablaremos más adelante.

¿Estuvo el Apóstol Pablo en Hispania? Las evidencias parecen demostrarlo, pero no se puede afirmar rotundamente hasta que nuevas evidencias confirmen las pocas pruebas que tenemos de dicho viaje. 

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